Series: Homeland

FICHA:
Homeland // Howard Gordon y Alex Gansa
País: EE.UU.
Intérpretes: Claire Danes, Damian Lewis, Morena Baccarin, David Harewood, Diego Klattenhoff, Jackson Pace, Morgan Saylor
Duración: 4 temporada de 12 capítulos de 60 minutos, excepto capítulo final de 90 minutos)
Producción: Fox 21
Emisión en España: Fox España y Cuatro
Público: Mayores de 18 años (XDV)
Calificación: 4/5
¿Quién eres?
Cuando parecía que la guerra de Irak era un argumento prohibido por una audiencia saturada de esta temática, Homeland se convirtió en 2011 en la serie de moda. Ganadora de 2 Globos de Oro (serie en categoría drama y actriz para Claire Danes) obtuvo muy buenas críticas y una audiencia considerable (casi 2 millones de media) teniendo en cuenta que se emitía en canal de pago (Showtime).
Esta cadena mostró creatividad y sentido comercial a la hora de saber vender bien el producto adelantando capítulos en internet, eligiendo buenas historias, consiguiendo que series como Homeland o Dexter mejoren de capítulo en capítulo, algo que agradece mucho el espectador. Estas dos series situaron a Showtime en la posición de privilegio que gozaban pocas cadenas (HBO, CBS y AMC, principalmente).
Después de ocho años secuestrado en un zulo de Al-Qaeda, el marine Nicholas Brody (Damian Lewis) aparece misteriosamente en una casa abandonada en Irak. Todos le daban por muerto en Estados Unidos, incluso su mujer y sus dos hijos, que le reciben como héroe de guerra. Pero la vuelta a casa no es fácil, sobre todo porque Carrie Mathison (Claire Danes), una agente de inteligencia, sospecha que Nicholas se ha cambiado de bando y pretende colaborar en un próximo atentado terrorista de Al-Qaeda.
Homeland es una de esas series en la que todos los personajes parecen capaces de ser culpables o inocentes. Hay mucho trabajo de guión detrás de cada uno y eso hace que la serie crezca sin necesidad de grandes explosiones y giros narrativos incoherentes. Te interesa todo lo que sucede al desconcertante marine (magnífico Damian Lewis, más conocido por ser el teniente Winters en Hermanos de sangre), y a la inteligente y enferma de los nervios Carrie Mathison. Este personaje es interpretado por Claire Danes, una actriz que llevaba tiempo pidiendo un papel de peso en el cine (desde que en 1996 hiciese Romeo y Julieta, de Luhrmann, apenas había disfrutado de un personaje protagonista de cierto nivel), y al final lo ha encontrado en la televisión.
El toque HBO
Junto a la pareja protagonista hay personajes secundarios bien modelados: la esposa atormentada de Nicholas, su hija adolescente, el paciente jefe de Carrie que aguanta sus constantes altibajos o el terrorista Abu Nazir. Todos tienen un recorrido dramático, habitualmente matizado y muy interesante, que hace que la serie atrape al espectador lentamente, con un ritmo pausado pero muy entretenido. A pesar de que los principales guionistas de Homeland, Alex Gansa y Howard Gordon, son los mismos que triunfaron con 24, el tono y ritmo de esta serie es muy distinto ya que aquí el drama se impone claramente a la acción, que tiene apariciones limitadas pero fulminantes.
La historia parte de una premisa tan original como peligrosa: la posibilidad de que un marine del mundo civilizado sea convencido por los argumentos musulmanes más radicales. La serie maneja bien esa atmósfera de duda irrespirable logrando no caer en maniqueísmos simplistas y alegatos fáciles, algo que sería fácil en un terreno tan resbaladizo.
A pesar de todas estas virtudes, Homeland tiene un defecto heredado del estilo HBO marcado por la redundancia en mostrar violencia y sexo explícito y hacerlo al por mayor. En este caso la violencia está más contenida, pero hay una falta de medida más que notable en la recreación de la sexualidad impulsiva que daña a los personajes, limitando mucho su arco dramático.
La puesta en escena de la serie y la música de Sean Callery (Bones, Los Kennedy, 24) son minimalistas y algo rutinarias: apenas hay planos o giros musicales creativos. Sin embargo, esta vez la corrección musical y visual no distancia al espectador, ya que los actores y el inteligente guión (especialmente bien dialogado) aportan poder visual a cada plano.
Reconstruyendo a Carrie, deconstruyendo a Nicholas (2ª temporada)
El final de la primera temporada dejaba muchos cabos sueltos y un número importante de expectativas. Sin embargo la serie sigue siendo muy interesante, superando algunos excesos e incoherencias de la tempirada anterior. Se agradece que los creadores hayan dejado de lado en gran medida (excepto en los capítulos 7 y 8), el lado más HBO que tenía la serie. De esta manera los personajes tienen una definición más psicológica. En este sentido, el trabajo de la pareja protagonista sigue siendo espectacular. Resulta lógico que en 2012 volviesen a ganar el Globo de Oro a la mejor interpretación.
A pesar de que Homeland no es una serie “trepidante”, el número de seguidores de la serie aumentó en esta segunda sesión. El ritmo sigue siendo sereno, más apoyado en los diálogos (brillantes en los primeros capítulos en los careos Carrie-Nicholas) que en la acción. Lo que no está tan logrado es el capítulo final, que en la primera temporada era mucho más adictivo.
Amenaza global (3ª temporada)
En pocos meses Homeland pasó de ser la serie más perfecta, premiada y moderna a convertirse en una producción desgastada y criticada por muchos de sus seguidores. En mi opinión no hay esa debacle tan absoluta, aunque sí hay personajes que quizás pierden algo de interés (el caso de Brody especialmente).
Sin embargo hay personajes novedosos y una trama más internacional que tiene grandes momentos. Especialmente la mezcla de drama individual y terrorismo global es fascinante. Lo mejor de esta tercera temporada es la complejidad del personaje de Saul Berenson, magníficamente interpretado Mandy Patinkin. Todo un ejemplo de desarrollo dramático milimétrico muy bien planificado.
Un reseteo necesario (4º temporada)
Es complicado no soltar los temidos spoilers hablando de cuatro temporadas de una serie, pero lo voy a conseguir. La 4ª temporada de Homeland hace una reconfiguración del motor narrativo muy hábil. Las series tienen su tiempo y no es fácil acertar cuándo es el momento de terminar con la historia. El ejemplo más reciente es Luther, que ha acabado por derribo en una insulsa tercera temporada.
Los primeros capítulos de esta temporada demuestran que era necesario un cambio de paisaje y algunos sorpresas que rompieran con algunas inercias. Si no me equivoco Homeland tiene cuerda para rato porque el espionaje y el terrorismo son temas que aún tienen más actualidad que en 2011. Al Qaeda ya no es lo que era pero el grupo Estado Islámico aún resulta más preocupante. Ya no es sólo Irak y Afganistán, ahora tenemos a Irán, Pakistán, Siria, Libia… Y todos estos nuevos actores enriquecen las múltiples tramas de esta serie norteamericana que, en mi opinión, sigue siendo adictiva e inteligente como al principio.
Firma: Claudio Sánchez