Series: Barry

Hace unos días se entregaron los premios Emmy y la gran duda no era quién se iba a llevar cada uno de los premios. Lo más importante era quién iba a ganar la «guerra de las plataformas». HBO y Netflix llevan años en lo más alto, muy alejadas del resto a pesar de la aparición de nuevos rivales amenazantes como Amazon. Finalmente el empate entre las dos gigantes acabo con un empate increíble a 23 premios. HBO se quedó con la mejor parte al reeditar el premio gordo a serie dramática para «Juego de Tronos» y posicionar a una nueva comedia alternativa entre las grandes premiadas. «Barry» logró los Emmy al mejor actor principal para Bill Hader (un intérprete que proviene del «Saturday Night Live» y que en esta serie también es director, guionista y productor) y el de mejor actor secundario que obtuvo Henry Winkler.
Entre el equipo de guionistas y directores de la serie se encuentran algunos de los creadores más imaginativos dedicados a la ficción televisiva. Además del ingenioso Bill Haden han trabajado en esta primera temporada Alec Berg («Silicon Valley»), Hiro Murai («Legion») o Maggie Carey («El último hombre en la Tierra»).
El argumento de esta comedia tan diferente no provoca carcajadas pero si despierta simpatía gracias a un protagonista emblemático: un asesino a sueldo que trabaja para una banda criminal de chechenos que parece traída de un capítulo de «Fargo», y que un día decide cambiar de vida y dedicarse a ser actor para huir de su rutina criminal. La historia de amor con una alocada e inestable actriz provocará muchas situaciones divertidas.
Lo mejor son los actores y algunos diálogos provocados por una tipología de personajes extrema pero bien maquillada. La serie no se estanca y siempre ofrece algo nuevo en cada capítulo aunque no llega a tener el humor de otras sitcom superiores como «Cómo conocí a vuestra madre», «Portlandia», «The Big Bang Theory» o «Modern Family». En algunos momentos no se evita una zafiedad fácil pero tampoco es una serie monotemática en este sentido.